La MUD Deciden no medirse en el total de las circunscripciones

La MUD tiene miedo 

 Hacer primarias en un número reducido de circunscripciones contradice su discurso supuestamente democrático y de participación ciudadana que vociferan todas las semanas

 

La MUD (o lo que queda de ella) cae nuevamente en las contradicciones políticas (y electorales) que la han erigido como el “peor es nada” del voto duro antichavista.
El atajaperros pre-electoral que nunca falta a lo interno de sus filas, ofrece nuevamente datos precisos sobre lo que son en realidad y lo que lleva cada uno bajo la manga, en la parte lateral del chaleco antibalas y en el estuche de los lentes.
Los cuchillos chirrean y desguazan al son del consenso, siempre ambientado con la hipócrita sonrisa de aquél que recibió la estocada trapera.

“Consenso” triunfante

La MUD procura que el consenso sea aceptado (a nivel mediático) como un acto democrático en sí mismo. Pero lo cierto es que semejante tranza está tan alejada de la cordialidad y el entendimiento como Chúo lo está de representar “auténticamente” al oeste caraqueño.
Que las primarias opositoras se realicen en menos de la mitad de las circunscripciones totales del país, refleja por un lado la desconfianza existente entre ellos mismos, y por otro, la desconfianza absoluta hacia el elector escuálido promedio.
Se refuerza de esta manera, a lo interno, la lógica vanidosa del “predestinado” que siempre ha operado dentro de sus filas. Capaz el carácter antidemocrático del  “consenso”, según el razonamiento partidista clásico, busca proteger al mismo escualidismo de sus equívocas decisiones a la hora de votar.
El consenso sería, en tal sentido, un acto benéfico y de misericordia hacia la “mejor Venezuela” que Leopoldo está ideando desde Ramo Verde. Es el precinto de seguridad para mantener las esperanzas vivas.
Por esta razón las primarias se realizarán en circunscripciones poco estratégicas, donde el bate quebrado que gane las apuestas también se gana un bozal para uso exclusivo durante las sesiones parlamentarias. Si es que se digna a asistir.

Buscan la escasez de participación

Hacer primarias en un número reducido de circunscripciones contradice su discurso supuestamente democrático y de participación ciudadana que vociferan todas las semanas. No se atreven a exponer todas las candidaturas al mandato que esgrime la votación de su propio electorado. No les importa la participación de aquellos que dicen representar.
No habrá primarias en los estados Vargas, Yaracuy y Sucre. Tampoco en ningún circuito de los estados Aragua, Amazonas, Apure, Barinas, Delta Amacuro, Guárico, Lara, Mérida, Miranda. En Chacao, Baruta y El Hatillo menos que menos.
Y al final del día, según la lógica MUD, el “consenso” es la propuesta más cómoda y directa: le ahorra tiempo y energía a la base electoral escuálida para que salga a votar desesperadamente el día de las elecciones por el gallo escogido entre cuatro paredes.


La contención trae espasmos y decepciones, 18 elecciones perdidas lo certifican con todo el peso de la historia.

Antecedentes

La mayoría de los diputados escuálidos no asisten a las sesiones parlamentarias. Tienen un récord de inasistencias que se rebasa (con comodidad) año tras año.
Aparte de no votar por los candidatos que enfrentarán al chavismo, una vez que los eligen diputados éstos últimos no cumplen con sus deberes y funciones. La irresponsabilidad política de la dirigencia opositora empieza en el “consenso” y termina en la memoria y cuenta del año legislativo.
Otro acontecimiento que marcó la última elección interna de la MUD, fue el atajaperros que se suscitó entre Ismael García y Antonio Ecarri. Este último alegó que el primero le había robado las elecciones. Rápidamente Ismael presionó a Stalin González para que lo reafirmara como ganador desde la derrota que sufrió a manos del verdugo.

Caso Caracas

Ya salieron los primeros disgustados a raíz del “consenso” triunfante. La Causa R, en primer lugar, afirmó: “Con primarias parciales no se logrará la suficiente motivación de la gente”. Se nota que están huyendo hacia delante por la imposición que se les viene en un estado donde se asumen (exclusivamente) como referencia. Les dolió no ser los “consensuados”, sólo eso.
Por otro lado salió un ninguneado caraqueño (operador de Maricori) llamado Carlos Rojas, diciendo: “El pueblo pide participar para elegir a los candidatos de la unidad de la forma más amplia y las primarias es la opción más democrática, dejando atrás las macollas donde un pequeño grupo se abroga la voluntad del pueblo”.
La oposición venezolana se hunde aún más en su laberinto. Por eso es que no es de gratis que el “consenso” sea la vía más rápida para nadar en medio de la asfixia y la derrota que ellos mismos se propinan.
Porque en el fondo saben que contarse en el total de las circunscripciones no les dará números alentadores, sería cantar derrota antes de tiempo.

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