Teresa Romero, la enfermera contagiada con Ébola fue dada de alta este miércoles y se despidió de la hospitalización del Centro Carlos III donde permaneció durante un mes recibiendo tratamiento y atención médica por el virus.
En su primera aparición pública, Romero ha expresado que no sabe que falló en el protocolo que causó el contagio luego de atender a los dos misioneros españoles que adquirieron la enfermedad en África y que no sobrevivieron a la enfermedad.
Romero si bien no cuestionó la falla en el protocolo, criticó la “nefasta gestión política” y resaltó que pese a ella, los profesionales “abnegados logran hacer milagros, yo soy uno de ellos”.
Además agregó que si su contagio sirve para algo “para que se estudie mejor la enfermedad y ayude a encontrar una vacuna, si mi sangre sirve para curar a otras personas, aquí estoy”, ha dicho a su salida del hospital.
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