Artistas que expresan su solidaridad con los palestinos desencadenan reacción de pesos pesados de la industria cinematográfica de Hollywood, en una ciudad como Los Ángeles con fuertes conexiones con Israel.
Quizás es el último tabú en Hollywood pero la carnicería en Gaza está provocando que un creciente número de artistas y celebridades hagan lo impensable: criticar a Israel.
Figuras variadas como Selena Gómez, Rihanna y Jonathan Demme han roto la regla obligatoria, y se arriesgaron dando a sus publicistas un paro cardíaco, al expresar públicamente solidaridad con los palestinos.
Las sublevaciones a favor de de Gaza han provocado una reacción de los pesos pesados de la industria como Jon Voight, Joan Rivers y Howard Stern, descargas verbales en entrevistas y medios de comunicación social que son la versión de Hollywood de la lucha civil.
El actor Jon Voight, respondiendo a una carta firmada por más de cien artistas españoles, incluyendo a Penélope Cruz y Javier Bardem, en la que acusan a Israel de cometer un ‘genocidio’, escribió en una carta abierta a The Hollywood Reporter el fin de semana que estaba desconsolado debido a que “personas como Cruz y Bardem podían “incitar el antisemitismo” en todo el mundo y son ajenos a los daños que han causado”.
Hollywood tiene vínculos cercanos con Israel, una causa que tiende a unir a prominentes judíos liberales, como Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y Barbra Streisand, así como conservadores no-judíos como Jon Voight.
El bombardeo de escuelas de la ONU y el aumento de víctimas civiles en Gaza sin embargo ha envalentonado a diversas figuras a hablar – solo en algunos casos a retirarse rápidamente.
Los actores Mark Ruffalo y Wallace Shawn, Roger Waters de Pink Floyd y el director Jonathan Demme, han experimentado burlas desde que asumieron una postura.
“No veo esto como política o condición de Estado para Palestina o Hamás”, dijo Demme, quien dirigió la película el Silencio de los Inocentes, a la agencia AP. “Pienso que se trata de pérdida de vidas inocentes y la destrucción de una cultura”.
Quizás es el último tabú en Hollywood pero la carnicería en Gaza está provocando que un creciente número de artistas y celebridades hagan lo impensable: criticar a Israel.
Figuras variadas como Selena Gómez, Rihanna y Jonathan Demme han roto la regla obligatoria, y se arriesgaron dando a sus publicistas un paro cardíaco, al expresar públicamente solidaridad con los palestinos.
Las sublevaciones a favor de de Gaza han provocado una reacción de los pesos pesados de la industria como Jon Voight, Joan Rivers y Howard Stern, descargas verbales en entrevistas y medios de comunicación social que son la versión de Hollywood de la lucha civil.
El actor Jon Voight, respondiendo a una carta firmada por más de cien artistas españoles, incluyendo a Penélope Cruz y Javier Bardem, en la que acusan a Israel de cometer un ‘genocidio’, escribió en una carta abierta a The Hollywood Reporter el fin de semana que estaba desconsolado debido a que “personas como Cruz y Bardem podían “incitar el antisemitismo” en todo el mundo y son ajenos a los daños que han causado”.
Hollywood tiene vínculos cercanos con Israel, una causa que tiende a unir a prominentes judíos liberales, como Steven Spielberg, Jeffrey Katzenberg y Barbra Streisand, así como conservadores no-judíos como Jon Voight.
El bombardeo de escuelas de la ONU y el aumento de víctimas civiles en Gaza sin embargo ha envalentonado a diversas figuras a hablar – solo en algunos casos a retirarse rápidamente.
Los actores Mark Ruffalo y Wallace Shawn, Roger Waters de Pink Floyd y el director Jonathan Demme, han experimentado burlas desde que asumieron una postura.
“No veo esto como política o condición de Estado para Palestina o Hamás”, dijo Demme, quien dirigió la película el Silencio de los Inocentes, a la agencia AP. “Pienso que se trata de pérdida de vidas inocentes y la destrucción de una cultura”.
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